Para sustentar el planteamiento del título basta decir que Colombia está entre los 20 países con más desarrollos y adaptaciones de uso para los drones en el mundo. A lo largo y ancho del país, y en otros países de Latinoamérica, es posible encontrar verdaderos investigadores desarrollando inventos, mejoras y adaptaciones en torno a los drones que permiten aportar soluciones en temas de agricultura, ganadería, construcción, tendido de redes eléctricas, inspección de redes de alta tensión y de petróleo, entregas de muestras médicas, sistemas de vigilancia y seguridad, sistemas de detección de minas antipersona, entre muchas otras.
Lo paradójico es que esos inventos no son registrados ni patentados. Elaborar el prototipo implica esfuerzos tan grandes hasta el punto de enfrentar grandes sacrificios económicos para lograr demostrar que la idea funciona. Pero a pesar de las dificultades, es fácil encontrar muchas empresas que han logrado diseñar y fabricar sus propios drones y ponerlos al servicio de sus clientes. Hoy ya hay empresas de otros países que comienzan a mirar el mercado colombiano y latinoamericano y vienen en búsqueda de soluciones que muchas veces no encuentran en sus laboratorios o que complementan las propias.
Es importante que todo el sistema estatal comience a mirar a esta industria con la atención que merece. En el caso particular de Colombia, desde el Ministerio de Educación, pasando por el de Agricultura, Transporte, Minas y Energía, Comercio, el nuevo Ministerio CTI que podría encontrar en la INDUSTRIA, así con mayúscula sostenida, una verdadera razón de ser para impulsar la innovación en el país. También tendríamos que hablar de los gremios ganaderos, bananeros, aguacateros, mineros, etc.
Y un capítulo especial merecería el Ministerio de Defensa, pues todas sus fuerzas son usuarias de los drones y todo el ecosistema que este comprende (sensores, cámaras, software, visores, controladores, etc.); pero además cuenta con la CIAC, la corporación que ya viene produciendo sistemáticamente drones para usos de seguridad comercialmente. Allí se ha generado un aprendizaje que le podría aportar también al sector privado. Pero además de la seguridad pública que salvaguarda el Ministerio, también está la investigación espacial, donde Colombia ha hecho, desde hace muchos años atrás, unos pinitos importantes.
De los drones que se producen y se venden en el mundo, el 49% se destina a tres sectores principales: agricultura, seguridad y atención de emergencias. Justo en estos tres temas, los desarrolladores latinoamericanos se destacan. Las necesidades del campo y la vulnerabilidad de la región frente a diferentes situaciones de emergencia hace que el ingenio responda con soluciones reales.
¿Qué necesita Latam para ser un gran jugador en la industria dron?
En mi opinión creo que hay que prestar atención a varios aspectos: en primer lugar se requiere reorientar el sistema de emprendimiento. Actualmente pequeñas unidades productivas reciben capitales que permiten iniciar o acelerar su proceso empresarial. Mediante este modelo, las empresas tradicionales pueden surgir y garantizar el bienestar de muchas personas, pero cuando hablamos de tecnología, el asunto es diferente. Muchas empresas extranjeras hoy traen sus capitales al país a apostar por la tecnología y como la palabra lo indica, hay una alta probabilidad de fracaso, bien sea porque cuando se logra el producto final ya no representa una solución o porque ya otro desarrolló un invento que hace las cosas mejor y más económicas.
En muchas ocasiones, desarrollar un prototipo demanda mucho dinero, requiere personal, los materiales son costosos, los procesos dispendiosos y el ensayo error puede ser desmotivador. Pero finalmente, esa es la forma como se construye conocimiento, tecnología y es por lo que los países desarrollados apuestan más que por los mismos recursos naturales.
Queda aún mucho por decir. Pero con el ánimo de aportarle a la construcción de INDUSTRIA, CODE Colombia Dron Expo seguirá creyendo en el talento colombiano y latinoamericano. En agosto 30 y 31 tendremos una muestra de las empresas fabricantes de drones de Colombia, Perú, Chile, Estados Unidos y China, entre otras y prestadores de servicios, quienes están transformando la forma en que antes se hacían las cosas en muchas empresas.